El pasado 10 de mayo (día de las madres en Mexico), fuimos a celebrarlo al restaurante www.jacintoypaz.com. En México, salir a comer a algún restaurante en esa fecha es todo un tema, el tráfico se vuelve imposible y los lugares están abarrotados, razón por la cual mi adorado progenitor se mostraba reacio al festejo fuera de casa. Para agregarle un grado más de dificultad, ese día había partido de la champions y somos familia "pambolera".
Así que, independientemente de la buena cocina que ya sabía que tenía " Jacinto y Paz", debía cumplir con:
Restaurante con reservaciones: check
Restaurante en el sur de la ciudad: check
Restaurante con super pantalla para el partido: check
Pues hasta ese momento todo fue perfecto, teníamos nuestra reservación en orden y llegamos en punto, disfrutamos el partido al mismo tiempo que nuestras bebidas (la mixología ahí es muy buena). Llegó el momento de pedir nuestros alimentos y mi papá escogió la sopa del día, quiero comentarles que no le gustan "las cremas", dice que saben dulces y son muy espesas y a él le gustan las sopas caldosas...
Pues llegaron los alimentos y yo sudaba al pensar que no iba pasar un momento agradable por el drama de la sopa... Jajajajaja. Se hizo silencio en la mesa segundos antes de que tan exigente comensal llevará a su boca la primera cucharada
Desde que llegó quedamos fascinad@s con la presentación, la describiría como "orgánica chic" y de ahí a la textura, no sé si en la foto se alcanza a distinguir que es una espuma, lo cual hace que, a pesar de ser "una crema", es bastante ligera, los ingredientes: betabel, hinojo y manzana.
Cuando el chef Michael Alvarez te los platica, se oye como si se le hubiera podido ocurrir dicha combinación a cualquiera, pero son muchos años de experiencia que lo respaldan.
El resultado: le encantó!!!!
Ah! Pero debo advertirles que van cambiando la sopa, cuando vayan, escríbanme que se comieron y que les pareció.
Decidimos hacer una versión muuuuuuuuy rustica de este platillo en casa, no con la intención de imitar semejante obra de arte sino de recordarla.
Cocimos los trozos de un betabel con azúcar y tiramos el agua, acitronamos un cuarto de cebolla junto con un manojo de hinojo trozado, media manzana granny y un chile morita pequeño, se echa todo a la licuadora con agua o consomé (de pollo o verduras).
A menos que tengan una muy buena licuadora, necesitan ser pacientes e ir licuando y dejando descansar el aparato hasta conseguir la textura deseada, es importante que el hinojo este partido porque si no, se corre el riesgo de que se atasquen las aspas, se agrega más líquido si está muy espesa y dos cucharadas de crema ácida.
Se pone en una olla para calentarla y se agrega sal al gusto. Para servir se agregan hilos de crema.
Van a obtener una crema de un lustroso color magenta. Si hacen grande la foto, alcanzarán a ver los pequeños vestigios del hinojo. Espero que disfruten, tanto su ida a Jacinto y Paz, como la preparación de la crema.
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